
El Aloe Vera a lo largo de la historia

En el antiguo Egipto era conocida como “la planta de la inmortalidad”.
Su nombre se menciona en varias ocasiones en el Antiguo y Nuevo Testamento y según los textos bíblicos, fue utilizada por Nicodemo para embalsamar a Jesús.
Se cree que su nombre, Aloe Vera, es de origen árabe ya que “Alloeh” significa en árabe amargo y brillante.
Su otro nombre, “sábila”, se le atribuye a una deformación del vocablo “cabira”, que en arábigo antiguo significa planta espinosa.
Vera proviene del latín y significa verdad.
En el mundo crecen más de 250 especies de Aloe Vera, pero dos son las variedades utilizadas por industria cosmética, farmacéutica y alimentaria, el Aloe Barbadensis Miller o Aloe Vera y el Aloe Arborecens, en menor medida.



Propiedades del Aloe Vera

El Aloe contiene aminoácidos esenciales, vitaminas, enzimas, polisacáridos y estimuladores biológicos que aportan innumerables beneficios como:
- Mejora del sistema cardiovascular. Contiene nutrientes que ayudan a disminuir el colesterol y que regulan la presión arterial, mejorando de esta forma la circulación sanguínea.
- Regenerador cutáneo. El Aloe aumenta la capacidad de regeneración natural de la piel por su acción limpiadora e hidratante. Al mismo tiempo la acción de los nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos y las enzimas, estimulan la producción de nuevas células.
- Mejora del sistema inmunológico. Gracias a los polisacáridos, presentes en el gel interno del aloe vera, mejorará la respuesta del sistema inmunológico.
- Vitaminas y minerales. La planta Aloe Vera contiene las vitaminas y minerales que el organismo requiere para funcionar correctamente, como las vitaminas del tipo A,C,E,B1, B2, B3, B6, B12 y acido fólico; además de minerales como calcio, zinc, cromo y selenio.